martes, 1 de mayo de 2012


Los hombres dan amor para conseguir sexo, las mujeres dan sexo para conseguir amor.
No temes querer, temes que no te quieran, temes el hecho de querer a alguien y que ese alguien no sienta ese sentimiento con tanta fuerza a como tu lo sientes, temes que ese amor se marche de tu lado, que lo poco que tenias de él acabe en nada por intentar siempre conseguir algo más, tienes miedo a que te hagan daño y no lo puedes negar... Tienes miedo a tomar la decisión incorrecta, de equivocarte y que no se pueda solucionar, pero nada depende de ti. Tú puedes mentirte, taparte los oídos para no escuchar lo que la gente te grita, puedes cerrar los ojos al mirarlo e incluso puedes estar con otras personas sabiendo que no podrán ser tan importantes para ti como lo podría ser él, pero tú no decides, tú no puedes equivocarte, porque no escoges nada, tú no decides a quien querer, podríamos elegir el camino fácil o decidir elegir a la persona que tanto nos quiere y que está dispuesta a cuidarte, pero solemos tender a complicarnos la vida, a sufrir por querer a alguien y jodernos por ello cuando lo cierto es que nosotros no hemos hecho nada. Tú no decidirás dejar de quererle, no serás capaz de hacer oídos sordos todo el tiempo, pero si que puedes ser culpable de perderlo por tu miedo a quererlo.
Llega otro San Valentín, otro puto 14 de Febrero, sin ti. Siempre he pensado que San Valentín es una invención del corte ingles para que la gente consuma mas. Si tú quieres a alguien, no porque sea 14 de febrero la vas a querer mucho mas, no vas a demostrar más por un regalo o cualquier cosa. Para mí todos los días son buenos para querer a una persona y no un 14 de febrero. Me parece una fecha muy consumista. Que yo no voy a celebrar San Valentín, sino San Solterín.



Desaparece, no vuelvas más, por favor. No vuelvas pidiéndome segundas oportunidades, ni diciéndome todo lo que me amas. No vuelvas con tus estúpidas promesas, ni tus falsos te quiero, ni con tus besos. No quiero que vuelvas, aunque me muera de ganas de que vengas por detrás mía tapándome los ojos y diciéndome que te quedas a mi lado por siempre. Me encantaría que volvieses, con tus besos, tus abrazos, tus caricias, tus mimos, tu estupenda sonrisa. Me gustaría volver a empezar, hacer como si no nos conociéramos de nada y revivir la misma historia pero sin ese triste final.

Aun queda la absurda manía de echarte de menos, la de decirte que te quiero con todas mis ganas. Cuanto daría por que estuvieras a mi lado por una vez más. Olvidarte es imposible, ya que no puedo olvidar tus recuerdos, joder, me hace tanto daño recordarte, y parece que fue ayer, cuando empecé hablarte. Parece que fue ayer cuando te vi por primera vez, parece que fue ayer cuando empecé a enamorarme de ti irremediablemente.

Quizás sea eso, el hecho de no poder verte, que haga que para mí ya no seas tan importante. Mentiría si dijera que no siento nada por ti, porque no es así, siento cosas pero no con la misma intensidad. Sigues en un hueco de mi corazón y en un lugar de mi mente. Se me hace difícil recordarte, pensar en lo que podría haber pasado, en empezar una historia, nuestra historia. Sigo con la ilusión de que vengas y me digas que aun sientes algo, que me quieres, pero siéndote sincera, no quiero que vengas. Se que me volverías hacer daño, se que me romperías el corazón y no, no quiero. Que si me rompes el corazón, que sea en pedazos que te quepan por el culo. Que hay te puedes quedar con tus mentiras y tus promesas, que yo aún te quiero, pero no te espero.

Se acabo. Se acabo esta falsa, se acabo recordarte y hacerme daño, aquí se queda todo. Voy a olvidarme de ti, de tus recuerdos, de esas canciones, de esos besos y de esos te quiero. Voy a empezar de cero, con una sonrisa nueva todos los días, con ganas de comerme el mundo y no dejar bocado para nadie más. Que no voy a esperar a ese típico príncipe azul, porque yo no quiero un típico en mi vida, quiero a uno distinto, y ese no eres tú. Que mi vida ya no va hacer como un aeropuerto, que ya no voy a depender de si alguien entra o se va de mi vida. Que quien me quiera bien y quien no, pues también. Que no pienso llorar más por un capullo, que tengo cosas mejores que hacer. Que vuelvo a las andadas y os aseguro que no hay Dios que se salve

Ni amores de películas, ni amores para siempre, no quiero nada de eso. No quiero amores de verano, ni de invierno, ni amores para pasar un buen rato. Quiero amores que me dejen sin aliento. Amores que me hagan perder la noción del tiempo. Amores que te echen de menos después de haber estado 24 horas juntos. Amores que te llamen diciendo que te aman. Amores que luchan por ti. Amores que te hagan olvidar totalmente el pasado para centrarte solo en el presente, en esa persona. Amores que matan, nunca mueren.



Nos pasamos media vida buscando a ese príncipe azul o a esa media naranja. Yo creo que un príncipe azul es una invención de un cuento de Disney, y que la media naranja por lo menos la mía, parece que la exprimieron hace tiempo. Decimos que mientras llegue el adecuado, disfrutamos con el equivocado. ¿Y si uno de los equivocados es el adecuado? Quizás hay se acaba de buscar a esa “media naranja”. Crecemos con unas expectativas de la vida muy distintas a la vida real. Nos hacen creer en ese príncipe. En que todo tiene un final feliz. Y que el príncipe y la princesa siempre son felices y comen perdices. Que esos príncipes no existen, porque yo como mucho solo veo Pitufos. Que creemos saber mucho de la vida, pero en el fondo no sabemos nada. Que es así: O jodes o te joden.
Las cosas cambian como yo también. De una día para otro la suerte esta de mi lado. El destino quiso ponerte en mi camino y me has hecho ver la vida desde otra perspectiva. Serán tus palabras las que me ilusionan o tal vez tus hechos que me enamoran. Será tu risa o tus maneras que hacen enloquecerme, no se, quizás sea tu forma de ser, la que me tiene completamente sorprendida. Quizás sea las ganas de verte, de abrazarte, de decirte que te quiero a más no poder. Si hay un amor verdadero, se que este será eterno.


Nada ha cambiado, todo sigue igual. La suerte ya no esta de mi lado y ya no se cuando me acompañara. La soledad ahora es mi mejor amiga y la almohada es la que se sabe todas mis penas. Las canciones son ahora las que me motivan. Sigo siendo tan ilusa como siempre, simplemente me ilusione con algo que no tenía motivos para ello. Ya me estoy haciendo la idea aunque me duela, que no vas hacer parte de mi vida, pero por mucho que quiera, sigo con la ilusión que las cosas cambien y tú me digas que vuelves para quedarte a mi lado, para cumplir esas promesas y para que de una vez pueda soñar despierta.