¿Sabes lo
peor? Verte a ti misma y decir, si yo no era así. Y así es, el gilipollas que te
ha roto el corazón 456787654 veces ha hecho de ti la que tú un día prometiste
nunca ser, ¿y para qué? Para que a la primera con la falda más corta que tú te
deje tirada, como una mierda, pero es que esa mierda te quería. ¿Y tú con tus
tontas esperanzas qué haces? Coger las tijeras y cortarte más la falda, pensando
que algo de amor le quedaría, y que después de todas las noches sin dormir a su
lado y de cada respiración mutua sentiría algo por ti. Y no por primera vez te
has vuelto a equivocar en el amor, y coges el poco orgullo que te queda y te
vas.
Tan tonta
eres que ya estás pensando en enamorarte de nuevo, y que te vuelvan a romper el
corazón; porque siempre se sufre por amor, pero
siempre buscamos enamorarnos.