jueves, 22 de marzo de 2012

Te quiero, sin reflexionar, inconscientemente, irresponsablemente, espontáneamente, involuntariamente, por instinto, por impulso, irracionalmente. En realidad no tengo argumentos lógicos, ni siquiera improvisados. Sólo sé que te quiero. Eres tú y tu manera de hacer las cosas. Tu forma de mirarme, tu risa, tus gestos, tu pelo.. Quizás sea el momento de darte las gracias por todo este tiempo que pasamos juntos, o de dártelas también por el tiempo que nos queda. Es posible que sea el momento adecuado para decirte, asegurarte, que en esta vida ya no quiero otros abrazos, ni otro número de teléfono al que llamar por las noches, ni otra voz a la que hablar. 


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