martes, 24 de enero de 2012

Después de todo sigo preguntandome si mereció la pena, o si lo único que hice fue perder el tiempo. Si luché lo suficiente o quizás me quedé corta. Quizás lo único que yo quería era recibir, recibir tan solo la mitad de lo que te daba. Ahora ya no queda nada, tan solo me queda seguir, hacer mi vida, intentar ser fuerte, decidida, pero es difícil evitar que no duela. Duele, duele mucho, duele ver que no le importas, que hace su vida,que no valora lo que haces, no valora ni siquiera, mi amistad, duele ver que la persona que era, ya no está, que todo lo que me decía antes nunca más lo volveré a escuchar. A pesar de todo esto, tal vez, sea mejor no tenerlo. A veces lo que quieres, no es lo que realmente te conviene, y en este preciso instante, aunque no quiero creerlo, sé que sería como un intento de suicidio seguir luchando.

No hay comentarios:

Publicar un comentario