domingo, 1 de enero de 2012

Algún día te darás cuenta de que no hay monstruos en el armario y que los reyes magos no te vigilan para ver todo lo malo que haces. Créeme, he aprendido que los conciertos están para dejarse los pies y la voz, que los besos a escondidas saben mejor. Que un baño de agua fría a veces sienta tan bien como uno de agua caliente, que el mundo está plagado de personas agradables y, a la vez, de personas que no merecen ser llamadas personas. Ahora sé que los tacones a las cuatro de la mañana ya no están en los pies, que las medias se rompen muy fácilmente y que el pintalabios rojo no se borra. Y lo más importante, sé que de siete días a la semana, yo te quiero ocho

No hay comentarios:

Publicar un comentario